
Cuando la nada te envuelve y el sonido de tu propia respiración te ensordece, el cuerpo se entumece y deja libre al alma, que flota, vagando sin rumbo, en un mundo libre donde los sentidos quedan restringidos y entras en un agujero vacío y oscuro. Resulta antagónico pero cierto en mi: cuanto más restringida estoy, más palpable se hace en mi la libertad en su estado más puro. Para ello, nada mejor que una buena momificación …
1 comentario:
Lo explicas tan bien que provocas sana envidia..........
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