jueves, 5 de julio de 2007

Aciertos


Dicen, las malas lenguas, que nunca segundas partes fueron buenas. Ese día se equivocaron, sí lo fueron y volvimos a cubrirnos de yeso aunque he de reconocer, muy a mi pesar, que las sensaciones no fueron lo placenteras que resultaron la primera vez que me encerraron en una armadura de piedra. Supongo que es normal, no podían serlo ya que los fines no eran tampoco los mismos. Aquel día olvidamos la similitud con los objetos para centrarnos tan sólo en crear una imagen final para el fotógrafo. La concentración no fue suficiente para perder de vista el mundo de los vivos; las risitas y alguna que otra necesidad fisiológica, ataron mi mente irremediablemente a mi cuerpo. No hubo viaje astral ninguno pero he de reconocer, que lo que allí sucedió, fue tremendamente divertido, sobretodo, en el antes y el después de lo que allí fuimos a hacer. Cuando el ojo de neón robó la imagen que deseaba obtener, las piedras cobraron movilidad, pues siendo aún humanos las ganas de orinar son imperantes y difíciles de aguantar cuando has llenado tu cuerpo con algún que otro litro de más ... Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma, va a la montaña y así sucedió aunque sirvió de poco pues no creía que fuera tan complicado acertar dentro de un agujero cuando la armadura te priva del tacto, la vista y la agilidad de movimientos. Comprobado: ni por la más remota casualidad entró ni una sola gota dentro de la taza ¿a eso se le llama Ley de Murphy?? yo, como soy muy aplicada (je) prefiero pensar que es tan sólo falta de práctica así que el remedio quizás sea volver a repetirlo ... que consuelo, no?? si ya lo dicen, ya: quien no se consuela es porque no quiere.


... angel_negro.

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